venres, outubro 2

sombra

 
Te gustaba cazar las mariposas más bonitas del jardín, con alas grandes y dibujos estrambóticos de mil colores. Pero fuiste a por la menos indicada, a la que corre hacia la tormenta en vez de esquivarla. 




En busca de tu objetivo, perdiste tu esencia y cuando conseguiste atraparla ya no quedaba nada. Le preguntaste su nombre con deje inocente y ella te lo desveló abriendo las alas. La palabra soledad impregnada en tinta negra.

¿Me quieres, Soledad? 

La pregunta la hizo revolverse inquieta. Un veneno habría sido más llevadero que el peso de dar respuesta. Tras eso, ella batió sus alas con fuerza y voló lejos de allí.

SND

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